Este miércoles 14 de febrero a la noche es vispera de Tu Bishvat, el Año Nuevo de los árboles, en un tiempo en que el drama de los secuestradores y la continuación del conflicto árabe-israelíel nos crea profundos interrogantes éticos y desafíos mientras nuestras almas buscan fortaleza y esperanza. ¿Qué mensaje nos ofrece esta festividad en tiempos difíciles?
La Torá compara al ser humano con un árbol:
“Ki ha’adam etz hasadeh” – “Porque el hombre es como un árbol del campo” (Devarim 20:19).
Así como un árbol enfrenta inviernos fríos, tormentas y sequías pero sigue echando raíces y floreciendo en su tiempo, nosotros también pasamos por momentos de oscuridad, pero tenemos la capacidad de crecer y renovarnos no solo pese a la adversidad, sino incluso en la adversidad.
El Talmud (Taanit 23a) nos cuenta la historia de Joni HaMe’aguel, quien vio a un hombre plantando un algarrobo. Al preguntarle cuándo daría frutos, el hombre respondió: “En setenta años.” Joni preguntó: “¿Vivirás tanto?” A lo que el hombre respondió: “Mis antepasados plantaron para mí, y yo planto para mis hijos.”
Esta historia nos recuerda que, incluso cuando no vemos resultados inmediatos, nuestras acciones tienen impacto. La esperanza no es solo un sentimiento, sino un acto de invertir en el futuro.
Rabí Najmán de Breslov enseñó: “No existe desesperación en el mundo en absoluto.”
El árbol solo se mantiene firme en la tormenta si sus raíces son profundas. Del mismo modo, nosotros nos fortalecemos en nuestra conexión con la Torá, la tefilá y la comunidad.
Aunque haya dificultades, si nos aferramos a nuestras raíces espirituales, podemos seguir creciendo.
Tu Bishvat también nos enseña que cada acción buena que hacemos es como sembrar una semilla. Puede tomar tiempo, pero dará frutos. Como dice el Pirkei Avot (2:16): “No está en tus manos completar la tarea, pero tampoco eres libre de abandonarla.”
En tiempos difíciles, seguimos sembrando con emuná, con amor y con justicia, sabiendo que D’ es quien hace florecer nuestras acciones y que los tiempos y las formas de esos frutos están en Sus Manos.
En esta semana de Tu Bishvat, miremos los árboles y recordemos: cada invierno es seguido por la primavera, cada tormenta por un nuevo brote. Que fortalezcamos nuestras raíces en la Torá, que sembremos bondad y que nunca perdamos la fe en el futuro.
Que este Tu Bishvat nos llene de esperanza, crecimiento y renovación.
Shabbat shalom y Tu Bishvat sameaj!!
