Este domingo, 11 de Jeshván, recordamos el iorzeit (aniversario) de Rajel Imenu, nuestra mateiarca Taquel, la madre que llora por sus hijos y cuya voz sigue resonando en la historia de nuestro pueblo.
El profeta Yrmiyahu (Jeremías) describe su llanto eterno por la desgracia y el exilio de sus hijos:
“Una voz se oye en Ramá, lamentación y llanto amargo: Rajel llora por sus hijos; rehúsa ser consolada, porque ya no están.”
(Yirmiyahu / Jeremías 31:14)
Nuestros Sabios enseñan que, cuando el Segundo Templo fue destruido y el pueblo marchó al exilio, Rajel salió de su tumba en el camino y rogó misericordia por ellos (Midrash Eijá Rabá 24).
Su súplica fue escuchada, y Hashem le respondió:
“Detén tu voz del llanto y tus ojos de las lágrimas, porque hay recompensa por tu obra… y los hijos volverán a su tierra.” (Yirmiyahu 31:15–16)
Rajel representa el amor incondicional, el sacrificio silencioso y la esperanza que no se apaga. Ella cedió su lugar a su hermana Lea por compasión, y su mérito sigue protegiendo a Israel.
En tiempos de dispersión, desorientación y angustia, Rajel es la madre espiritual que intercede por cada hijo perdido, cada alma que busca volver a casa.
Que su memoria inspire compasión, unidad y el regreso de todos los hijos a su tierra y a su raíz.
Shabbat shalom.
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