Parashat Jukat – El Cántico del Pozo

En Parashat Jukat aparece un cántico casi oculto (Bamidbar 21:16–18), breve pero profundo:

“Entonces cantó Israel este cántico: ¡Sube, pozo! ¡Cántenle… con el bastón, lo cavaron los nobles del pueblo.”

Este cántico del pozo (Shirat Habe’er) es paralelo al Cántico del Mar Rojo. Pero hay una diferencia crucial: en el Mar, Dios lo hizo todo y el pueblo cantó después. Aquí, en cambio, el pueblo cava, los líderes excavan, y recién entonces se canta.

Esta es una nueva generación distinta de la de la Salida de Egipto: ya no espera que el milagro caiga del cielo, sino que colabora con Dios, trabaja, y luego celebra.

Entonces, la pregunta para hacernos es:

¿Qué es más elevado: un milagro que viene de arriba o uno que ocurre cuando nosotros cavamos con nuestras propias manos?

A veces, el agua de la vida, la Torá, la bendición, no brota sola: hay que cavar, persistir, cantar mientras uno excava.
Como muchas veces en nuestra historia, el verdadero milagro no es la intervención Divina frente a la espera pasiva, sino el resultado de las manos esforzadas potenciadas y bendecidas por la Providencia Divina que colabora con la iniciativa humana cuando decide unirse en un esfuerzo colaborativo común y la eleva. Y en ese esfuerzo conjunto en alegría y unidad, es donde sucede el milagro.

Shabat shalom.

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