Vaikrá: Darse cuenta y hacerse cargo

Esta semana leemos el comienzo del libro de Vaikrá (Levítico), conocido entre otros nombres como “Torat Cohanim”, “La Instrucción para los Sacerdotes”.

Si bien hoy en día todas esas normas cúlticas se nos hacen un poco ajenas, el hecho de que hoy en día el culto no pase por sacrificios rituales, ofrendas y libaciones no quiere decir que este texto no tenga su aplicación para nosotros si extrapolamos el simbolismo a nuestras vidas.

No hay más Templo desde el Desastre del año 70, pero en la actualidad cada uno de nosotros es un cohén (sacerdote) si consideramos nuestras tefilot (oraciones), nuestras brajot (bendiciones), nuestro estudio de la Torá como guía de vida, y nuestras consiguientes buenas acciones de conformidad con dicha Torá como actos de culto a D´ equivalentes a los sacrificios de la antigüedad.

Entonces, las distintas reglas sobre cómo proceder en los diferentes sacrificios nos puede enseñar mucho sobre el comportamiento que debemos tener en distintas circunstancias si queremos que nuestras acciones no sean meros actos humanos sino que se eleven a D´ y nos eleven espiritualmente a D´.

 

En esta oportunidad me quiero detener en el tema del detalle y de la diferencia.

La Torá es muy detallada en el procedimiento apropiado para cada tipo de ofrenda en relación a cada tipo de acto (adoración, agradecimiento, cumplimiento de una promesa, expiación de una transgresión); y tiene en cuenta también diferentes requisitos según incluso la persona involucrada (la comunidad, un líder, una autoridad religiosa, una persona influyente o pudiente, una persona más humilde o con poca preeminencia social, etc.).

Esto nos enseña que cada persona y cada situación es distinta, y que debemos prestar atención a cada detalle en nuestra conducta.

Vaikrá nos enseña que, para actuar de una forma agradable a D´, es importante prestar atención a los detalles; que no da lo mismo cómo nos portemos. Debemos ser conscientes de quiénes somos y de cómo impactamos en el mundo y en los otros, y saber actuar con el detalle que cada ocasión requiera. No podemos actuar de la misma forma en cualquier circunstancia como si todo diera lo mismo, porque no es verdad.

Seamos atentos, prestemos importancia al detalle, vivamos cada buena acción con conciencia plena y en la comprensión de que no basta con “cumplir” sino que debemos ser conscientes de la importancia de cada gesto nuestro como acto con un valor potencial infinito si se hace de forma agradable a D´ y como servicio de corazón a Él.

 

Transformemos cada lugar en un Santuario donde pueda habitar la Presencia Divina, actuemos con la dignidad de un cohén, y transformemos cada buena acción en un acto de culto digno del Eterno.

                                                              

                                                            Shabat Shalom umeboraj!!!

 

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Scroll to Top