Después de la dispersión de los humanos por la Tierra a aprtir del episodio de la Torre de Babel dejamos en Bereshit (Génesis) la perspectiva universalista para centrarnos en la historia particular de una familia: Abraham, Sara y sus parientes y descendientes.
“Lej Lejá” empieza la parachá de la semana (Ber./Gen. 12:1-17:27), que no es sólo “Lej” (“Vé”, como el imperativo de ir hacia un lado: “Vé/Vete hacia tal lugar”; o “Andá para tal lado” diríamos en rioplatense), sino que es también “Lejá” (“Vé/Vete para ti” en el sentido de “en tu propio beneficio”; o también “Véte hacia/en-dirección-a ti mismo” en el sentido de “dirígete hacia tu propio interior en el seguimiento de Mis Caminos”).
Y Abram (todavía sin la “h”) se pone en camino junto a su esposa Sarai (en un futuro “Sara”), su sobrino Lot y “todas las almas que hicieron/adquirieron”; lo que tradicionalmente se itnerpreta “junto con todos aquellos a los que convirió al monoteísmo y a la adoración al D´ Único y Viviente” con sus argumentos.
Podemos discutir si es adecuado llamarlo “el primer judío” porque por un lado todavía la Torá no había sido revelada ni tampoco había sucedido aún el pacto del Sinai que dio una identidad propia a los Benei Israel, los hijos de Israel/Yakob.
Sin embargo, por otro lado ya aparece la idea de un pacto mediado a través del mandato de la circuncisión y de obligaciones particulares de seguir mandatos específicos y directivas Divinas particulares fuera de los rpeceptos éticos universales (los que en el judaísmo clásico se llaman los “Sheva Mitzvot Bnei Nóaj”, los 7 mandamientos éticos universales para todos los descendientes de Nóaj/Noé -la humanidad en su conjunto-).
Se relaciona a Abram con la figura del “Hombre de Fe”, no una fe ciega sino una fe en el sentido de “eminá”, de confianza; confianza que implica una relación personal con D´ y un saber percibir la Voluntad Divina en la vida cotidiana.
Sin embargo no es un “Hombre de Fe” pasivo sentado en alguna academia para dedicarse solo al estudio y a la devoción personales en su vínculo con A´, es un hombre activo que propaga la creencia en el Altísimo (Abram como el “hacedor de almas”, y practica la Justicia, la Hospitalidad, y los Actos de Bondad.
Lejos de cualquier debilidad, es fuerte, aguerrido y activo cuando el imperativo de justicia y el deber de solidaridad y de protección lo lleva a hacer la guerra apra rescatar a su sobrino Lot de manos de sus captores (capítulo 14 de Bereshit); pero también sabe ser conciliador y arreglar las disputas y problemas de forma pacífica y justa ccuando surge una disputa (capítulo 13).
A pesar de sus errores (apurar la descendencia tomando a Agar y creando así una disputa primero entre Sarai y Aar que luego va a tener consecuencias hasta el presente; descender a Egipto y no ser honesto con el Faraón y los egipcios en vez de confiar en A´ y permanecer en Canaán, lo que luego -según los intérpretes- va a ser retribuído con el cautiverio egipcio de sus descedientes por 400 años hasta la llegada de Moshé/Moises), sigue siendo un hombre que se esfuerza por cumplir lo que entiende que D´ le pide y centra su vida en Él.
Tan fuerte y seguro es, y tan confiado en las promesas y la protección de A´ es; que no necesita recurrir a la fuerza para vivir en armonía con sus vecinos cananeos -con los que incluso se alía en pactos de paz-.
También se muestra fuerte, seguro y confiado en no necesitar despojar a esos habitantes de la Tierra anteriores a su llegada ni apropiarse de botín alguno incluso luego de haber vencido en una guerra y tener derecho a participar del botín del vencedor capítulo .
Incluso (luego se verá en otra parashá), cuando tiene encesidad de un terreno (para el sepulcro de Sara), no usa su prerrogativa de la Promesa Divina para quedarse por la fuerza con la Cueva de Macpelá sino que sabe negociar con los habitantes del lugar que también tenían un vínculo con la Tierra luego de generaciones de vivir allí.
Confianza, Bondad, Cultivo de la relación con A´ (hoy sería por medio de la plegaria), estara tento a la voz de D´ (hoy sería el estudio), Hospitalidad, Generosidad (ver p. ej. Ber. 14:20), Desprendimiento y Negativa a apropiarse de lo ajeno a punta de espada (v. Ber. 14:22), esas son las virtudes de Abraham; que pudo o no ser “el primer judío” pero claramente fue el primer hebreo (Ber. 14:13).
Fue así claramente un ejemplo de virtud y honor a seguir por todos sus descendientes biológicos y también sus discípulos espirituales. Como dice Rambam (Maimónides): “Maasé avot, siman labanim” (Los hechos de los patriarcas son señales para los hijos). Seamos de los que son hijos de Abraham por también seguir sus caminos, y no solo por ser meros descendientes biológicos o espirituales.
Shabbat Shalom umeboraj.
